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dilluns, 22 de juliol del 2019

Un Ermasset a la Trail Sierra Nevada 2019

Aquí vos deix la crónica den Sergio Martos finalista de la Trail Sierra Nevada, una cursa molt dura amb desnivell i molta calor que en Sergio va aconseguir acabar amb nota!!








Granada, día 13/07/19, son las 3 a.m. y suena el despertador, me levanto rápido, desayuno y me preparo para desplazarme a Beas de Granada, localidad desde donde salimos los participantes de la Trail. Parece que he llegado a un pueblo fantasma pero no, en la plaza hay un ambiente increíble. Música en directo, la gente del lugar, los participantes de la Trail y los de la Ultra que van llegando a su primer avituallamiento son algunos de los ingredientes de esta mágica y madrugadora mañana. A las 5 a.m. en punto arrancamos cruzando las callejuelas de Beas dirección a nuestro primer punto de control. En este tramo el terreno es un poco variado; arena, piedras, gravilla, pasos por torrentes secos, cortafuegos con un desnivel brutal (casi hay que escalarlos)..., y todo esto de noche cerrada. Aun sin amanecer llegamos al CP1, sito en Cortijo Aguas Blancas, repongo líquidos y emprendo la marcha hacia el siguiente punto de control. En este tramo la dificultad técnica es baja ya que corremos por senderos y pistas en buen estado y me permite correr en buenas condiciones (teniendo en cuenta las circunstancias con las que llegaba a esta prueba es bastante bueno) y viendo amanecer, que siempre es un placer. La verdad es que no recuerdo las horas a las que llegaba a cada punto de control pero lo que es seguro es que llego con tiempo suficiente con respecto a los tiempos de corte, que es lo importante. Llego sin sobresaltos al CP2 situado en la población de Quentar, desde donde parte la versión corta de la Ultra Sierra Nevada, la maratón, y repongo líquidos y algo solido, que me hace falta porque empieza a hacer bastante calor y no basta con lo que llevo en la mochila. Una vez recargadas las pilas salgo del pueblo dirección al siguiente punto de control, le echo un vistazo al perfil de la carrera y empiezo a darme cuenta de lo escarpado del terreno; vaya rampas se gastan por estos lares!!, en este tramo empieza la fiesta. Nada mas salir empieza una subida exigente que, alternando algún falso llano, conecta con una subida larga y no menos exigente junto con un cortafuegos de una inclinación terrible. A estas horas el calor aprieta de lo lindo y el terreno no ayuda porque son muy pocos los rincones con sombra, y todo esto empieza a hacer mella. Después de una bajada suave y sin contratiempos, aunque empiezo a tener dudas de mi estado físico, llego al CP3 (Fuente de La Teja). En este punto tengo la espalda con algún dolor pero me intento relajar un poco, ademas de reponer líquidos y fruta fresca. Intercambiar emociones y ánimos con otro participante, ademas de beber y comer, hacen que reanude la marcha en dirección al siguiente punto. Al poco de salir me doy cuenta de que el perfil no engaña a nadie; empiezan las primeras rampas de una de las dos zonas duras de verdad del recorrido, la larga subida a "El Calar Alto". Por aquí el calor es terrible, la zona es seca y despejada, no hay nada para resguardarse del sol. Si la subida ha sido larga y dura, la bajada no lo es menos; es un largo tramo descendente que en su primera parte alterna tramos horribles y otros un poco técnicos. La segunda parte de la bajada es muy dura y agónica por culpa de la inclinación terrible que tienen estos senderos. Justo en esta parte de la carrera ya estaba convencido de retirarme porque los dolores de cuadriceps y lumbares eran bastante agudos y no me permitían ni siquiera correr, tenia que caminar. La providencia quiso que en ese momento pasase justo al lado de una pareja de corredores que, al verme con gestos evidentes de dolor lumbar, me ofrecieron un antiinflamatorio, gesto que agradecí mucho porque quería que remitieran los dolores. A los pocos kms llego al CP4 situado en la población de Güejar Sierra, más concretamente en su polideportivo, después de atravesar el pueblo por sus rampas tipo Maristela a las que ellos llaman calles. Es un momento por el que los corredores nos sentimos muy arropados porque sus gentes nos animan y aplauden a nuestro paso y eso nos anima mucho, al menos a mi. Tengo que decir también que la organización de la carrera ha hecho una labor increíble, sobre todo en este punto de control, porque ha montado un avituallamiento muy completo, música, mucho espacio con mesas y sillas para corredores y familiares. Llego a este punto convencido de abandonar pero decido relajarme un poco con las piernas en alto, comer, beber y hablar un poco con otros corredores. Una llamada telefónica de mi mujer e hijo me termina de animar a seguir adelante, ademas de ver el perfil de la carrera y comprobar que "solo" quedaban unos 20 km y todos de subida. Eso en principio me iba mejor ya que donde sufria mas era en las bajadas con la espalda tocada y los cuadriceps cargados. Muy poco después de arrancar hacia el siguiente punto de control se divisa la segunda de las partes duras de la carrera; la subida a "El Castillejo de Güejar" por el Barranco de Las Víboras, una zona boscosa con riachuelos y muchas sombras en su primera parte y un espectacular y terrible zig-zag totalmente despejado en su segunda parte. Es una subida larga y dura con unas rampas imposibles, y el calor andaluz de verano y sin ninguna sombra a la vista no ayuda nada. La simpatía y camaradería de los otros corredores hace algo mas amena la subida que termina en el CP5, Dornajo, situado en un tramo de la carretera nacional que va desde Granada hasta la estación de Prado Llano. Dentro de lo malo que estaba siendo mi estado físico, llego contento porque había terminado los dos tramos duros de la carrera y afrontaba la ultima parte que parecía (al menos en el perfil) mas liviano, siempre sin dejar de subir. Después de reponer líquidos en este punto salgo sin pensármelo hacia el ultimo punto de control antes de meta, afrontando una subida de unos 7km de asfalto caliente que hacia que casi se derritieran las suelas de las zapatillas. Este tramo se hace especialmente duro y no por la dificultad técnica, que es 0, sino por el terreno a discurrir, el cansancio acumulado y la calor, no solo a mi. Por fin llego al CP6 situado en el cruce A-395 y repongo líquidos, bastante liquido y fruta fresca, que entran divinamente, sabe a gloria. Bastante tocado y dolorido a estas alturas, salgo hacia la meta, no sin antes echarle un vistazo al perfil , el cual me indica que queda un paso de unos 6 km por un bosque situado a la izquierda de la carretera y que discurre en su mayoría por un circuito de Mountain bike (creo que hace unos años se celebró aquí unos mundiales de MTB) en el que no faltan subidas, bajadas y zonas peraltadas terminando en un cruce de la carretera que nos llevará a la meta. Quedan unos 2 km y en ese momento es cuando empiezo a saborear la victoria, porque eso es lo que me pareció a mi, empiezo a disfrutar ese instante y compartirlo con mi mujer e hijo, que me esperan en la linea de llegada. Es un momento muy especial para mi y ello hace que se me escapen unas lagrimillas de emoción. Un abrazo con Depa, un autentico fuera de serie tanto como animador como de comunicador de nuestro deporte, y la posterior entrega de la medalla de finisher dan por finalizado meses de preparación para esta dura carrera que espero volver pronto.